Grasas Saturadas

 

¿Enemigas o Aliadas de la

Salud?

 


Las grasas saturadas han sido

demonizadas durante décadas,

vinculándolas con enfermedades

cardiovasculares, obesidad y otros

problemas de salud.

 

 

Sin embargo, en los ultimos años, la

ciencia ha revisado su papel en la

nutrición y ha encontrado que su

impacto no es tan simple como se

pensaba.

 

 

Entonces, ¿son realmente perjudiciales

o pueden formar parte de una

alimentación equilibrada?

 

 

¿Que son las grasas saturadas?

 


Las grasas saturadas son un tipo de

lípido presente principalmente en

alimentos de origen animal, como la

carne roja, los productos lácteos

enteros (mantequilla, queso, crema) y

en algunos aceites vegetales, como el

de coco y palma.

 



Estructura Química y

Características 

 


A nivel químico, las grasas saturadas

están compuestas por Ácidos grasos en

los que todos los enlaces entre los

Átomos de carbono están saturados con

hidrógeno.

 

 

Esta estructura les otorga una

consistencia sólida a temperatura

ambiente, como ocurre con la

mantequilla o la grasa de la carne.

 


Impacto en La Salud 

 


A diferencia de las grasas insaturadas

(que se encuentran en alimentos como

el aceite de oliva, los frutos secos y el

aguacate), las grasas saturadas han

sido asociadas con un aumento del

colesterol LDL (malo) y un mayor riesgo

de enfermedades cardiovasculares.



Sin embargo, su impacto en la salud

depende del tipo de grasa saturada y

del contexto en el que se consuma.

 

 

Por ello, es importante analizar no solo

la cantidad de grasas saturadas en la

dieta, sino también su calidad y la

combinación con otros nutrientes.



 

Clasificación de las Grasas

Saturadas

 


Según la Longitud de su

Cadena de Carbonos

 


Las grasas saturadas se dividen en

cuatro tipos según el número de

carbonos que contienen en su

estructura.

 

 

Esta clasificación influye en como el

cuerpo las metaboliza y en sus efectos

sobre la salud.

 


Ácidos Grasos de Cadena Corta

(SCFA-Short Chain Fatty Acids)


Poseen de 2 a 6 carbonos


Ejemplo: Ácido butírico (C4:0), presente

en la mantequilla y algunos quesos.


Beneficio: Se absorben rápidamente y

son una fuente de energía para la

microbiota intestinal, favoreciendo la

salud del colon.




Ácidos Grasos de Cadena Media

(MCFA-Medium Chain Fatty

Acids) 



Poseen entre 8 a 12 Carbonos




Ejemplo:  Ácido láurico (C12:0),

presente en el aceite de coco.

 

 

Beneficio: Se digieren y metabolizan

rápidamente en el hígado, por lo que se

utilizan como energía en lugar de

almacenarse como grasa corporal.



Ácidos Grasos de Cadena Larga

(LCFA-Long Chain Fatty Acids)




Poseen entre 14 a 18 carbonos

 


Ejemplo: Ácido palmítico (C16:0) y

Ácido esteárico (C18:0), presentes en

carnes, mantequilla y aceite de palma.

 


Impacto en la salud: Son los más

comunes en la dieta y pueden influir en

los niveles de colesterol, especialmente

si se consumen en exceso.

 

 


Ácidos Grasos de Cadena Muy

Larga

(VLCFA-Very Long Chain Fatty

Acids)




Poseen más de 20 carbonos

 

 

Ejemplo: Ácido lignocérico (C24:0),

presente en aceites vegetales y

cereales.

 


Función: Se metabolizan más

lentamente y tienen un papel en la

estructura de las membranas celulares.



 

 

Según su Origen

 


De Origen Animal:


Carnes rojas


Productos lácteos enteros (mantequilla,

nata, quesos curados)


Manteca de cerdo y embutidos

 

 



De Origen Vegetal:


 
Aceite de coco


 
Aceite de palma

 

Manteca de cacao (chocolate negro)

 


Dato Curioso: A pesar de su origen

vegetal, el aceite de coco y el aceite de

palma contienen altas cantidades de

grasas saturadas, pero sus efectos en el

organismo pueden ser diferentes a los

de las grasas saturadas animales.

 

 

 

Según su Impacto en la Salud

 


Las grasas saturadas no afectan a la

salud de la misma manera. Algunas son

más perjudiciales que otras, y su

impacto también depende de la cantidad

y la combinación con otros nutrientes

en la dieta.

 

 

 

Potencialmente Dañinas  en

Exceso:

 

 

Ácido palmítico y Ácido mirístico

(presentes en carne roja y láccteos

enteros).

 

 

Relacionados con un aumento del

colesterol LDL (malo) y el riesgo

cardiovascular.

 

 

 

Neutras o Menos Perjudiciales:

 

 

Ácido esteárico (presente en el

chocolate negro y algunas carnes

magras).

 

 

No parece elevar los niveles de

colesterol de forma significativa.

 



Beneficiosas en Ciertos

Contextos:

 


Á
cidos grasos de cadena media (MCFA),

como los del aceite de coco.




Se absorben rápido y se utilizan como

fuente de energía en lugar de

almacenarse como grasa.

 

 

Funciones en El Organismo 

 

 

A pesar de su mala reputación, las

grasas saturadas desempeñan

funciones clave en el cuerpo

 


1.
Fuente de energí­a



Son una de las principales reservas

energéticas  del cuerpo, proporcionando

9 kcal por gramo.



2. Estructura celular

 

Son esenciales para la integridad de las

membranas celulares y ayudan a

mantener su estabilidad.

 

 

3. producción de hormonas



Participan en la sintesis de hormonas

esteroides, incluyendo las sexuales

(estrógenos y testosterona).

 

 


4.
Absorción de vitaminas

 

Facilitan la absorción de vitaminas

liposolubles (A, D, E y K),

fundamentales para la salud ósea , la

piel y el sistema inmunológico.

 

 


5.
Funcionamiento del cerebro 

 

Contribuyen a la formación de mielina,

la sustancia que recubre y protege las

neuronas.

 


¿Son realmente perjudiciales

para la salud?

 

 

Durante años, se ha asociado el

consumo de grasas saturadas con un

aumento del colesterol LDL (colesterol

malo)y, en consecuencia, con

enfermedades cardiovasculares.




Sin embargo, estudios recientes han

puesto en duda esta relación directa, ya

que no todas las grasas saturadas

tienen el mismo efecto en el cuerpo y su

impacto puede depender del contexto

general de la dieta.

 



Por ejemplo, el consumo excesivo de

grasas saturadas en una dieta alta en

ultraprocesados y azucares sí puede

ser perjudicial.

 



Pero cuando provienen de alimentos

naturales y se combinan con un estilo

de vida saludable, su efecto no es

necesariamente negativo.

 


De hecho, algunos estudios han

mostrado que el colesterol HDL

(colesterol bueno)también aumenta con

el consumo de grasas saturadas, lo que

podría ayudar a equilibrar el riesgo

cardiovascular.

Cantidad Diaria Recomendada 



 

Las principales organizaciones de salud

establecen diferentes límites para el

consumo de grasas saturadas:

 

 

La organización Mundial de la Salud

(OMS) recomienda que menos del 10

por ciento de las calorí­as diarias

provengan de grasas saturadas.

 

 

La asociación Americana del Corazón

(AHA) sugiere reducir su consumo a

menos del 7 por ciento del total de

calorías diarias, especialmente para

personas con riesgo cardiovascular.

 

 

La Autoridad Europea de Seguridad

Alimentaria (EFSA) no establece un

límite exacto, pero sugiere mantener

una ingesta moderada y priorizar

fuentes saludables de grasa.



 

 

Ejemplo de Comsumo Según

Calorías Diarias 

 

 

Si una persona consume unas 2000 kcal

al día, el límite de grasas saturadas

serí­a:

 

 

10 por ciento del total de calorías

equivale a un máximo de 22 gramos de

grasas saturadas.



7 por ciento del total de calorías

equivale a un máximo de 15 gramos de

grasas saturadas.

 

 

 

Ejemplo del Contenido de

Grasa Saturada en Distintos

Alimentos 

 

 

 

Una cucharada de aceite de coco

contiene aproximadamente 12 gramos.

 


Una porción de 30 gramos de queso

curado tiene entre 6 y 9 gramos.

 


Un huevo grande aporta

aproximadamente 1.5 gramos.

 


Cien gramos de carne de ternera

contienen 5 gramos.

 

Una cucharada de mantequilla tiene

alrededor de 7 gramos.

 


Treinta gramos de chocolate negro con

85 por ciento de cacao contienen 6

gramos.

 



Para mantenerse dentro de los límites

saludables, es importante distribuir la

ingesta y combinarla con otros tipos de

grasas saludables.

 

 

 

Cómo Consumir de Forma

Correcta 

 

 

1. Elegir Fuentes Naturales y

de Calidad 

 


No todas las grasas saturadas son

iguales.

Es importante priorizar aquellas que

provienen de alimentos naturales en

lugar de productos ultraprocesados.

 


Algunas fuentes recomendadas de

grasas saturadas saludables son el

aceite de oliva virgen extra, quesos

curados y fermentados como el

parmesano o el feta, yema de huevo,

frutos secos y semillas como almendras

y pistachos, pescados grasos como el

salmón y la caballa, chocolate negro con

un mínimo del 70 por ciento de cacao, y

carnes magras de pasto como la ternera

o el cordero.

 

 

Es recomendable evitar grasas

saturadas provenientes de productos

ultraprocesados, como embutidos

industriales, bollería, frituras

comerciales, comida rápida y productos

con aceites hidrogenados.

 

 

2. Mantener un Equilibrio con

Otras Grasas

 


El problema de las grasas saturadas no

es su consumo en sí­, sino su proporción

dentro de la dieta.



Para una alimentación equilibrada, es

recomendable combinarlas con grasas

monoinsaturadas, presentes en el aceite

de oliva, aguacate y aceitunas, y con

grasas poliinsaturadas como los omega-

3 que se encuentran en los pescados

azules y semillas de chia y lino.

 

 

 

Una dieta mediterránea es un ejemplo

ideal, ya que es rica en grasas

saludables y limita el consumo excesivo

de grasas saturadas de baja calidad.

 



 

3. Evitar Combinar  con

Azucares y Carbohidratos

Refinados

 

 

Uno de los principales errores en la

dieta moderna es consumir grasas

saturadas junto con grandes cantidades

de azucares y harinas refinadas.


Esta combinación aumenta el riesgo de

resistencia a la insulina, obesidad y

enfermedades cardiovasculares.

 

 

Algunos ejemplos de combinaciones a

evitar incluyen la bollería industrial que

mezcla manteca con azúcar refinado, la

comida rápida como hamburguesas con

pan blanco y salsas azucaradas, y

postres procesados como helados,

galletas y donuts.

 

 

 

En su lugar, es mejor combinarlas con

proteínas  de calidad y fibra para

mejorar la digestión y la absorción de

nutrientes.

 

 



4. Consumirlas en el Contexto

de Una Dieta Antiinflamatoria 

 

 

El impacto de las grasas saturadas en la

salud también depende del contexto

dietético general.

Para evitar inflamación y efectos

negativos, es recomendable

consumirlas junto con alimentos ricos

en antioxidantes, fibra y compuestos

antiinflamatorios.

 

 

 

Algunas combinaciones saludables

incluyen queso curado con frutos secos

y frutas frescas, pescado azul con aceite

de oliva y verduras al vapor, huevo

campero con aguacate y pan integral, y

chocolate negro con frutos rojos y

almendras.

 

 



Ranking de Alimentos de Más

Recomendados a Menos

Recomendados

 

 

 

1. Aceite de Oliva Virgen Extra

 


Rico en antioxidantes y polifenoles que

protegen el sistema cardiovascular.

 

Mayormente compuesto por grasas

monoinsaturadas con pequeñas

cantidades de grasas saturadas.

 

 

Como consumirlo: En ensaladas, para

cocinar a baja temperatura o en

tostadas con pan integral y tomate.

 

 

2. Frutos Secos (Almendras ,

Nueces , Avellanas , Pistachos)


 

Contienen mayormente grasas

monoinsaturadas y poliinsaturadas con

pequeñas cantidades de grasas

saturadas.

 

 

Ricos en fibra, antioxidantes y

minerales.

 

Como consumirlos: Crudos, tostados, en

ensaladas, yogures o como parte de

salsas y pestos.

 

3. Pescados Grasos (Salmón,

Caballa,Sardinas, Atún,Anchoa)


 

Aportan grasas saturadas junto con  

Ácidos grasos omega-3, que reducen la

inflamación y mejoran la salud

cardiovascular.

 

 

Como  consumirlos: Al horno, a la

plancha, en ensaladas o en escabeche.

 

 

 

4. Chocolate negro (mínimo

70% cacao)

 

 

Alto en antioxidantes, flavonoides y

minerales como magnesio.

 

 

Puede mejorar la función cerebral y la

salud del corazón.

 


Como consumirlo: Como snack, en

postres saludables o derretido en

frutas.

 

 

Moderadamente saludables

(beneficiosos en cantidades

controladas):

 


5. Aceitunas y Patés de Aceitunas 

 

 

 

Contienen grasas monoinsaturadas

junto con antioxidantes y compuestos

antiinflamatorios.

 

Como consumirlos: Como aperitivo, en

ensaladas, en pizzas caseras o

acompañando pescados y carnes.

 

 

6. Quesos Frescos y Curados

(Manchego, Feta, Pecorino,

Parmesano, etc.)

 

 

Aportan calcio, proteínas  de alta

calidad y probióticos beneficiosos para

la microbiota intestinal.

 

 

Contienen grasas saturadas, por lo que

su consumo debe ser moderado.

 

 

Como  consumirlos: En ensaladas, con

frutas, en tapas o rallados sobre platos

mediterráneos como pasta y risottos.

 

 

 

7. Yema  de Huevo 

 

 

Rica en colina, esencial para la función

cerebral, y vitaminas liposolubles.

 

 

No aumenta significativamente el

colesterol en personas sanas.

 

 

Como  consumirla: Cocida, en tortillas,

revueltos o en preparaciones

horneadas.

 

 

Menos Saludables (Consumo

Ocasional ):

 

8. Mantequilla de Vacas

 Alimentadas con Pasto

 

 

Fuente de vitaminas A, D, E y K2,

fundamentales para la salud Ósea y

cardiovascular.

 

 

Contiene Ácido butírico, que tiene

propiedades antiinflamatorias y

digestivas.

 

 

Como  Consumirlas: En pequeñas

cantidades para cocinar, untada en pan

integral o mezclada con vegetales

cocidos.

 

 

 

 

 

9. Jamón Ibérico de Bellota 

 

 

Contiene una proporción equilibrada de

grasas saturadas y monoinsaturadas.

 

 

Alto contenido de Ácido oleico,

beneficioso para el corazón , pero su

consumo debe ser moderado por su

contenido en sodio y grasas.

 

 

Como  consumirlo: En pequeñas

cantidades en tapas, con pan integral y

tomate o acompañado de queso y frutos

secos.

 

 

 

10. Carne de Cordero y Ternera

de Pasto

 



Aporta Ácidos grasos beneficiosos como

el Ácido linoleico conjugado (CLA), que

puede ayudar en la perdida de grasa y

mejorar la salud metabólica.

 


Mayor contenido de grasas saturadas,

por lo que su consumo debe ser

ocasional.

 


Como  consumirla: A la plancha, al

horno o en guisos mediterráneos con

hierbas y especias.


 

 

Impacto de las Grasas

Saturadas  en Enfermedades.

 

 

 

Enfermedad Cardiovascular

 

 

Efecto Negativo: Las grasas saturadas

pueden elevar los niveles de colesterol

LDL (colesterol malo), lo que contribuye

a la acumulación de placa en las

arterias y aumenta el riesgo de

aterosclerosis, hipertensión y eventos

como infartos y accidentes

cerebrovasculares.

 



Personas en  Riesgo: Aquellas con

antecedentes de enfermedad

cardiovascular, hipertensión arterial,

colesterol alto o factores genéticos de

hipercolesterolemia.

 

 

Recomendación: Limitar su consumo y

priorizar grasas saludables como las

monoinsaturadas (aceite de oliva) y

poliinsaturadas (omega-3 de pescados

grasos).

 

 

 


Diabetes Tipo ll y Resistencia a

la Insulina 

 

 

 

Efecto Negativo: Un alto consumo de

grasas saturadas puede contribuir a la

inflamación y la resistencia a la

insulina, dificultando el control de la

glucosa en sangre.

 

 

Además, una dieta alta en grasas

saturadas suele ir acompañada de

carbohidratos refinados y azucares, lo

que agrava la disfunción  metabólica.

 

 

 

Personas en Riesgo: Diabéticos tipo ll ,

personas con sindrome metabólico u

obesidad.

 

 

Recomendación: Optar por fuentes de

grasas saludables y mantener un

equilibrio adecuado de macronutrientes

en la dieta.

 

 

 

 

Enfermedades Hepáticas

(hígado graso no alcohólico)

 

 

 

Efecto Negativo: Un exceso de grasas

saturadas, junto con una dieta alta en

azucares y ultraprocesados, puede  

favorecer la acumulación de grasa en el

hígado, aumentando el riesgo de hígado

graso no alcoholico (NAFLD) y

progresión a fibrosis o cirrosis.

 

 

Personas en Riesgo: Personas con

obesidad abdominal, resistencia a la

insulina, consumo excesivo de alcohol o

síndrome metabólico.

 

 

Recomendación: Reducir la ingesta de

grasas saturadas y favorecer una dieta

rica en verduras, frutas y proteínas

magras.

 

 

 

 

Enfermedades Inflamatórias y

Autoinmunes  (artritis, lupus,

colitis ulcerosa, etc.)

 

 

Efecto Negativo: Un consumo elevado 

de grasas saturadas puede promover la

inflamación crônica, empeorando

síntomas en enfermedades autoinmunes

e inflamatorias.

 

 

 

Personas en Riesgo: Pacientes con

artritis reumatoide, lupus, enfermedad

de Crohn, colitis ulcerosa o psoriasis.




Recomendación: Reducir las grasas

saturadas y aumentar el consumo de

alimentos con propiedades

antiinflamatorias como el aceite de

oliva, pescado azul y vegetales ricos en

antioxidantes.

 

 

 

 Interacción de las Grasas

Saturadas con Medicamentos 

 

 

 


Estatinas (medicamentos para

reducir el colesterol)

 

 

 

Riesgo: Un alto consumo de grasas

saturadas puede reducir la eficacia de

las estatinas, ya que estas funcionan

bloqueando la síntesis de colesterol en

el hígado.

 

Además, una dieta rica en grasas puede

aumentar el riesgo de efectos

secundarios como dolor muscular.


 

Recomendación: Mantener una dieta

equilibrada y controlar la ingesta de

grasas saturadas para potenciar el

efecto del tratamiento.

 

 

 


Antihipertensivos

 

 

 

Riesgo: Una dieta rica en grasas

saturadas puede aumentar la presión

arterial y contrarrestar el efecto de

medicamentos como los IECAs,

bloqueadores de los canales de calcio o

diuréticos.


Recomendación: Reducir el consumo de

grasas saturadas y mantener un estilo

de vida saludable con ejercicio y una

dieta baja en sodio.

 

 

 

Antidiabéticos Orales e

Insulinas

 

 

 

Riesgo: El exceso de grasas saturadas

puede aumentar la resistencia a la

insulina, lo que dificulta el control

glucómico en personas con diabetes

tipo ll.

 

 

 

Recomendación: Priorizar fuentes de

grasas saludables, como frutos secos y

pescado azul, para mejorar la

sensibilidad a la insulina.

 

 

 


 Medicamentos para

Enfermedades Hepáticas

 

 

 

Riesgo: Los tratamientos para el hígado

graso, hepatitis o cirrosis pueden verse

afectados si la dieta es alta en grasas

saturadas, ya que estas aumentan la

carga metabólica del hígado.

 

 

 

 

Recomendación: Seguir una dieta baja

en grasas saturadas y rica en

antioxidantes para mejorar la salud

hepática.

 

 

 


Tratamientos para

Enfermedades Inflamatorias y

Autoinmune 

 

 

 

Riesgo: Medicamentos como

corticosteroides e inmunosupresores

pueden generar efectos secundarios

como aumento de peso y retención de

líquidos, que pueden agravarse con una

dieta alta en grasas saturadas.

 

 

 


Recomendación: Controlar la ingesta de

grasas saturadas y optar por una dieta

rica en ácidos grasos omega-3, que

tienen propiedades antiinflamatorias.

 

 

 

Las grasas saturadas cumplen funciones

importantes en el cuerpo, pero su

consumo excesivo puede tener efectos

adversos en personas con ciertas

enfermedades y en tratamientos

farmacológicos específicos.

 

 

 

Para quienes padecen afecciones

cardiovasculares, diabetes,

enfermedades hepáticas o

inflamatorias, es crucial regular su

ingesta y priorizar fuentes de grasas

más saludables.

 


En caso de estar bajo tratamiento

médico, siempre es recomendable

consultar con un profesional de la salud

sobre la dieta más adecuada para

potenciar la eficacia de los

medicamentos y mejorar la calidad de

vida.

 



Las grasas saturadas no son el enemigo,

pero su consumo debe ser moderado y

provenir de fuentes naturales y

saludables.

 

 

Siguiendo las recomendaciones diarias y

priorizando alimentos de calidad dentro

de una dieta equilibrada, es posible

disfrutarlas sin comprometer la salud.

 

 

 

 

La Clave  Está en El Equilibrio 

 

 

La clave está en el equilibrio y en elegir

opciones nutricionales que favorezcan

la salud a largo plazo.

 

 

Combinar grasas saturadas con grasas

monoinsaturadas y poliinsaturadas,

evitar los ultraprocesados y mantener

un estilo de vida saludable que incluya

ejercicio y alimentos ricos en nutrientes

esenciales van a colaborar para

mantenerte saludable 

 

 

 


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