Micronutrientes
Vitaminas
Vitamina A: Importante para la visión,
el sistema inmunológico y la
reproducción.
Vitamina C: Contribuye a la reparación
de tejidos y al funcionamiento del
sistema inmunológico.
Vitamina D: Esencial para la absorción
de calcio y la salud ósea.
Vitamina E: Actúa como antioxidante,
protegiendo las células del daño.
Vitamina K: Necesaria para la
coagulación sanguínea.
Vitaminas del Complejo B que Incluyen
B 1 (Tiamina )
B2 (Riboflavina)
B3 (Niacina)
B5 (Ácido Pantotênico)
B6 (Piridoxina)
B7 (Biotina)
B9 (Ácido Fólico)
B12 (Cobalamina)
Participan en el metabolismo energético
y la formación de glóbulos rojos.
Minerales
Calcio: Fundamental para la formación y
mantenimiento de huesos y dientes.
Hierro: Esencial para el transporte de
oxígeno en la sangre.
Magnesio: Participa en numerosas
reacciones bioquímicas, incluyendo la
función muscular y nerviosa.
Zinc: Contribuye al sistema
inmunológico y a la cicatrización de
heridas.
Selenio: Actua como antioxidante y
ayuda en la función tiroidea.
Cantidad Diaria Recomendada

Es importante conocer la cantidad diaria
recomendada de cada micronutriente
para asegurar una dieta equilibrada y
saludable.
La cantidad diaria recomendada (CDR)
de estos micronutrientes varía según la
edad, el sexo y otros factores
individuales.
A continuación, se presentan algunas
recomendaciones generales para
adultos:
Requerimientos Diarios de
Micronutrientes
Vitamina A: 700-900 mcg (2,333-3,000
UI) por día.
Vitamina C: 75-90 mg por día.
Vitamina D: 15-20 mcg (600-800 UI)
por día.
Vitamina E: 15 mg (22.4-33.6 UI) por
día.
Vitamina K: 90-120 mcg por día.
Calcio: 1,000-1,200 mg por día.
Hierro: 8-18 mg por día.
Magnesio: 310-420 mg por día.
Zinc: 8-11 mg por día.
Selenio: 55 mcg (0.7 UI) por día.
Para asegurar una ingesta adecuada de
micronutrientes, es recomendable
consumir una dieta equilibrada y
variada que incluya:
Frutas y verduras: Aportan vitaminas y
minerales esenciales.
Proteínas magras: Como carnes,
pescados, legumbres y frutos secos, que
proporcionan hierro, zinc y vitaminas
del complejo B.
Lácteos o alternativas fortificadas:
Fuentes de calcio y vitamina D.
Cereales integrales: Ricos en magnesio
y vitaminas del complejo B.
Distribuir estos alimentos en las
comidas diarias ayuda a mantener
niveles constantes de micronutrientes
en el organismo.
Además, algunas vitaminas, como la D y
la E, son liposolubles, por lo que su
absorción mejora cuando se consumen
junto con grasas saludables, como las
presentes en el aceite de oliva o los
frutos secos.
Es importante destacar que, aunque los
suplementos pueden ser útiles en casos
de deficiencias específicas, la mejor
manera de obtener los micronutrientes
es a través de una alimentación
balanceada.
Antes de iniciar cualquier
suplementación, es aconsejable
consultar con un profesional de la salud
para determinar las necesidades
individuales.
Beneficios para la salud
Los micronutrientes son fundamentales
para mantener un equilibrio en el
cuerpo y prevenir deficiencias que
pueden conducir a diversas
enfermedades.
Fortalecimiento del Sistema
Inmunológico:
Vitaminas como la C y la E, junto con
minerales como el zinc y el selenio, son
fundamentales para el correcto
funcionamiento del sistema inmunitario,
ayudando al organismo a defenderse de
infecciones y enfermedades.
Mantenimiento de huesos y
dientes saludables:
Minerales como el calcio, el magnesio,
el fósforo y la vitamina D son esenciales
para la formación y el mantenimiento de
huesos y dientes fuertes, previniendo
afecciones como la osteoporosis.
Producción de Energía:
Micronutrientes como las vitaminas del
complejo B, el hierro y el magnesio son
necesarios para los procesos
metabólicos que convierten los
alimentos en energía, contribuyendo a
reducir la fatiga y mejorar el
rendimiento físico.
Salud Cardiovascular:
Una ingesta adecuada de ciertos
micronutrientes, como los ácidos grasos
omega-3, el magnesio y el potasio,
puede ayudar a mantener una presión
arterial saludable, regular los niveles de
colesterol y reducir el riesgo de
enfermedades cardiovasculares.
Desarrollo y Función Cerebral:
Micronutrientes como el hierro, el zinc y
las vitaminas del complejo B son
cruciales para el desarrollo cognitivo y
el funcionamiento óptimo del cerebro,
influyendo en la memoria, la
concentración y el estado de ánimo.
Propiedades Antioxidantes:
Vitaminas como la C y la E, así como
minerales como el selenio, actuan como
antioxidantes, protegiendo las celulas
del daño causado por los radicales
libres y contribuyendo a la prevención
de enfermedades cronicas.
Salud Ocular
La vitamina A y otros nutrientes como la
luteína y la zeaxantina son esenciales
para mantener una visión saludable y
prevenir enfermedades oculares
relacionadas con la edad.
Regulación del Metabolismo
Celular:
Los micronutrientes participan en
numerosas reacciones bioquímicas,
regulando el metabolismo celular y
asegurando el correcto funcionamiento
de los sistemas corporales.
Fuentes naturales

Existen numerosos alimentos naturales
que son ricos en micronutrientes, como
frutas, verduras, legumbres, nueces y
semillas.
Aqui te dejo una lista de alimentos que
son excelentes fuentes de
micronutrientes.
Verduras de hoja verde: Espinacas,
acelgas y brócoli son fuentes ricas en
vitaminas A, C, K y ácido fólico.
Puedes consumirlas en ensaladas,
salteados o incorporarlas en batidos
verdes.
Frutas Cítricas: Naranjas, limones y
mandarinas aportan vitamina C,
esencial para la salud de la piel y el
sistema inmunológico.
Inclúyelas como snacks, en jugos o
como aderezo en tus platos.
Legumbres: Lentejas, garbanzos y
frijoles son ricas en hierro, zinc y
vitaminas del grupo B.
Son ideales en guisos, ensaladas o como
base para hamburguesas vegetales.
Frutos secos y semillas: Almendras,
nueces y semillas de chia proporcionan
magnesio, vitamina E y ácidos grasos
omega-3.
Puedes añadirlos a yogures, ensaladas o
consumirlos como snack.
Pescados grasos: Salmón, sardinas y
caballa son excelentes fuentes de
vitamina D y ácidos grasos omega-3.
Intenta incluirlos en tu dieta al menos
dos veces por semana, ya sea a la
parrilla, al horno o en ensaladas.
Lácteos y derivados: Leche, yogur y
quesos aportan calcio y vitamina B12.
Incluye en desayunos, meriendas o
como parte de diversas recetas.
Huevos: Ricos en vitaminas B12, D y
minerales como el selenio.
Son versátiles y pueden prepararse de
multiples formas: hervidos, revueltos o
en tortillas.
Tubérculos: Patatas y batatas contienen
potasio y vitamina C.
Puedes asarlas, hervirlas o incorporar
en guisos.
Mariscos: Mejillones, almejas y ostras
son fuentes de zinc y vitamina B12.
Disfrutalos en paellas, sopas o al vapor.
Cereales integrales: Avena, quinoa y
arroz integral ofrecen vitaminas del
grupo B y magnesio.
Son ideales para desayunos,
acompañamientos o en ensaladas.
Conclusión
Los micronutrientes son pequeños pero
poderosos componentes esenciales en
nuestra alimentación.
Aunque los necesitamos en cantidades
mínimas, su impacto en nuestra salud
es enorme.
Desde fortalecer el sistema
inmunológico hasta mejorar la función
cerebral, los vitaminas y minerales
desempeñan un papel fundamental en
el equilibrio de nuestro organismo.
Una dieta equilibrada y variada, rica en
frutas, verduras, frutos secos, cereales
integrales y proteínas de calidad, es
clave para garantizar un aporte
adecuado de estos nutrientes.
Sin embargo, factores como el estrés, el
ritmo de vida acelerado y la calidad de
los alimentos pueden afectar su
absorción, haciendo que en algunos
casos sea necesario un soporte
adicional mediante suplementos,
siempre bajo la supervisión de un
profesional.
Cuidar nuestra alimentación no solo es
cuestión de contar calorías o
macronutrientes, sino también de
asegurarnos de que nuestro cuerpo
reciba los micronutrientes esenciales
para funcionar correctamente.
Apostemos por una nutrición consciente
y equilibrada, porque en cada pequeño
nutriente se esconde un gran beneficio
para nuestra salud.
💜 Tu bienestar comienza en lo que
comes. Nutre tu cuerpo con inteligencia
y amor. 💜