Fibra Insoluble

La fibra insoluble es una de las

grandes protagonistas de la

salud intestinal.

 

Aunque no se disuelve en agua

ni es digerida por el cuerpo,

actúa como una "escoba natural"

promoviendo un tránsito 

intestinal saludable y 

previniendo problemas

digestivos comunes como

el estreñimiento.



Fuentes principales de fibra

insoluble

 

Incluye estos alimentos en tu

dieta para aumentar tu 

ingesta de fibra insoluble:



Cereales integrales: Salvado

de trigo, avena integral, arroz 

integral.



Verduras: Espinacas, col

rizada, brócoli, pimientos y

apio.


Frutas (con piel): Manzanas,

peras, ciruelas y uvas.

 

Legumbres: Lentejas, judías y

garbanzos.


Frutos secos y semillas:

Almendras, nueces, lino y chía.

 

Recomendaciones de

consumo


La ingesta diaria recomendada

de fibra total ( soluble e

insoluble) es de 25-30 g

al día, de los cuales al menos la

mitad puede provenir de fibra 

Insoluble.

 


Aumenta gradualmente la

cantidad de fibra insoluble 

en tu dieta para evitar 

molestias digestivas y

acompaña su consumo 

con abundante agua.



Añade más fibra insoluble a tus

comidas reemplazando panes

blancos con opiniones 

integrales, incluyendo verduras 

frescas en tus platos y dejando

la piel en las frutas que

consumes.




La fibra insoluble es tu aliada

para mantener un sistema 

digestivo saludable y prevenir 

complicaciones a largo plazo.




¡Un pequeño cambio en tu dieta

puede marcar una gran diferencia!

 


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